¡Buenas!
Hoy os quiero hablar de un tema recurrente cuando hablo con mis pacientes… ¿Es bueno hacer deporte para tocar un instrumento?
Lo primero, decir que hay ciertos deportes que es mejor evitar: deportes de contacto y todo aquel en el que las manos corran riesgo de lesiones (baloncesto, voleibol o balonmano por posibles capsulitis o fisuras).
Teniendo en cuenta esto, diré que hacer actividad física es beneficioso a la hora de tocar un instrumento. Dicho esto, vamos a hacer un pequeño análisis sobre los métodos de estudio en la práctica instrumental. El método tradicional contempla sólo el estudio o entrenamiento técnico, sin tener en cuenta el entrenamiento físico. Así pues todo el entrenamiento que se hace, es sobre el instrumento y repitiendo los pasajes (a veces variando tempos y aplicando variaciones para favorecer la memorización) hasta conseguir el resultado. Desgraciadamente, no se tiene en cuenta que preparar los músculos para hacer una actividad concreta (fuera del instrumento), permite que más tarde los dedos, por ejemplo, sepan desplazarse más rápido sobre el instrumento para conseguir sacar un pasaje.
Tomando los orígenes de la medicina de las artes, vemos como la medicina deportiva contempla como necesario un entrenamiento físico independiente del técnico (y a veces, los dos combinados). Entonces, ¿por qué no dedicarle un tiempo a preparar el cuerpo para que sea capaz de mantener una postura, mantener el brazo en alto (los violinistas o trompetistas, por ejemplo) y al mismo tiempo trabajar la rapidez y resistencia de músculos más pequeños encargados del movimiento de los dedos?
Soluciones hay muchas y hay que encontrar la más adecuada y adaptada a cada uno… Hoy en día están de moda muchas actividades en grupo que pueden ser indicadas (Yoga, Cadenas Musculares o Pilates), pero hay que vigilar cómo se hacen. Con esto me refiero que los profesores de estas técnicas deberían hacer clases reducidas para poder controlar la buena praxis y el buen desarrollo de las clases cumpliendo con los objetivos de los distintos alumnos. Las técnicas que os digo, nos servirán para reforzar la musculatura de tronco, lo que nos permitirá tener una buena postura en el instrumento y mantenerla durante más tiempo.
Feldenkrais, Técnica Alexander, Cuerpo y Movimiento o las Cadenas Musculares nos ayudarán a mejorar la conciencia de los músculos que hacen los distintos movimientos, además de reducir tensiones parasitarias. Una vez trabajada esta conciencia, podemos incluir ejercicios específicos que nos ayudarán a mejorar la resistencia y velocidad en el movimiento.

En este ejercicio, trabajamos los músculos lumbricales y los interóseos palmares. Para facilitar la tarea a la musculatura extrínseca o del antebrazo

Con este ejercicio, seguimos trabajando los músculos lumbricales de la mano, pero también los interóseos dorsales. Como el ejercicio anterior, el objetivo de este ejercicio es facilitar la tarea de la musculatura del antebrazo
Los ejercicios que se harán para fortalecer la musculatura intrínseca de la mano, se harán dependiendo de cuál sea el objetivo que se busca. Hay gran variedad de ejercicios y todo es cuestión de echarle un poco de imaginación.
En resumen, hacer alguna tipo de actividad física es provechoso por el cuerpo, y muy beneficioso a la hora de tocar un instrumento. La actividad elegida va a juicio de cada uno, desde actividades aeróbicas hasta el gimnasio (siempre y cuando no se hipertrofien los músculos, pues estos perderían agilidad y velocidad de contracción-relajación).
Esto es todo por hoy.
¡Salud y música!