Fisio Taddeo: Fisioterapia en Artes Escénicas

Participación en Chera Musical ’17

¡Buenas!

¿Cómo va el verano?

Llevo un tiempo descuidándoos y me disculpo por ello… Pero nuevos proyectos al horizonte y un poquito de relax para el coco, me han impedido ponerme a ello.

¿Sabéis que estuve a finales del mes pasado en Chera, en el curso de violonchelo?

Bien, si no lo sabíais, ya lo sabéis. 😉  Fue una fantástica semana, en la que aprendí muchísimo sobre la técnica del violonchelista, gracias a los profesores Ángel Luis Quintana y Miguel Jiménez (ONE), Carlos Montesinos y de los alumnos, que de todo y de todos se aprende.

 

Por mi parte, pude trabajar la conciencia corporal fuera del instrumento y con instrumento, lo que nos permitió comprobar que el músico suele estar «desconectado» de su cuerpo: déficit de integración del hombro del arco con ataques forzados, de integración del hombro izquierdo complicando el desplazamieto de la mano por el mástil, de integración de la mano con sus bóvedas fisiológicas, etc.

Así mismo, pude insistir en la necesidad de cambiar ciertos hábitos como la instauración del calentamiento corporal, estiramientos para mantener el buen estado muscular (y cuándo y cómo hacerlos), el tipo de estudio, la colocación de los atriles…

Mucha información, junto con la que se llevaron de los profesores. Pero espero que alguna cosa se retenga.

A recalcar, algo que me llamó la atención y que me encantó:

En saltos, medir la distancia desde el codo y no desde la mano. La propiocepción del hombro va a permitir hacer los saltos con exactitud y afinación. Angel Luis Quintana

Esto, nos llevaría a plantearnos la importancia de trabajar la conciencia corporal en este hombro izquierdo (suelen tener más problemas con el miembro superior izquierdo) en el chelista. Trabajar más en rotación externa para que se trabaje la motricidad fina de la mano debido a que el brazo queda suspendido por la musculatura periescapular, en lugar de rotación interna, lo cual nos permite un trabajo de fuerza en la mano. Combinarlo con una pronación del antebrazo, pero trabajar la movilidad de los dedos, para evitar compensaciones en hiperpronación. Mantener las bóvedas fisiológicas de la mano al máximo, incluso en las octavas más difíciles…

En fin, con ganas de volver ya a Chera el año que viene… ¡¡¡y cómo se come!!!

¡Feliz fin de semana!

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