¡Buenas!
Os comparto cuatro líneas de lo que ha pasado este fin de semana en Málaga:
- El viernes lo dedicamos a ver qué hábitos podrían o deberían cambiar los músicos, instrumentistas y cantantes, para desarrollar su práctica artística. Una breve introducción de lo que es la fisioterapia en artes escénicas y de lo que puede aportarles, incorporar un fisio en sus vidas (a nivel preventivo, terapéutico, entrenamiento, puesta a punto, etc.). En este sentido, vimos la importancia de calentar el cuerpo antes de comenzar con el instrumento (la voz también es un instrumento); también vimos varios estiramientos, cómo hacerlos y cuándo hacerlos; dimos cuatro apuntes sobre la importancia de mantener una buena postura y cómo tenía que ser ésta; finalmente, vimos cuan importante es el trabajar la partitura, analizarla y visualizarla. Esto nos llevó a hablar de varias técnicas de conciencia corporal como son la sofrología, técnica Alexander, Feldenkrais, yoga, cuerpo y movimiento… y debatimos sobre la idoneidad de estas técnicas: cuándo aplicarlas, en quién, y por qué.

Viendo ejercicios para calentar los antebrazos. Calentamiento para prevenir lesiones y para mejorar el rendimiento
- El sábado lo pasamos viendo y tratando los violonchelistas que se apuntaron y vimos muchos tipos de alteraciones posturales, dolores y los intentamos corregir, elaborando un plan de entrenamiento individualizado: reforzar ciertos músculos y estirar otros.

A pesar de no ser natural ni realizable para la práctica instrumental, cambiamos de posición para cambiar los estímulos posturales
- El domingo fue el turno de pianistas, cantantes y violinistas.
- Empezamos por los pianistas, en los que además de ver cómo movían sus brazos y cómo estaban sentados, vimos cómo adaptaban el trabajo de la mano en el desplazamiento por el piano. Así corregimos movimientos irregulares de la muñeca y del antebrazo, y creamos una pauta de ejercicios para tomar conciencia sobre ello. También hablamos de la intención y de la respiración a la hora de tocar. Si bien, la música es expresividad, debemos trabajar el cuerpo para dejar fluir las emociones (sobretodo las menos positivas) para transmitir eso al público; para ello, es imprescindible, tomar conciencia del propio cuerpo, respiración, etc.
Intentando corregir la hiperpronación para pasarla a desplazamiento de la mano en general, en el paso del pulgar
La importancia de una buena sedestación y acomodación antes de tocar el instrumento. Peso en pies para una mejor equilibración del cuerpo, en general
- Después de una pausa, pasamos a ver las cantantes. Empezamos por ver un calentamiento idóneo para ellas, el cuál es ausente en su práctica diaria. Si bien, como coristas, a menudo, las vocalizaciones son ausentes, el calentamiento del cuerpo era impensable. Revisamos la respiración para hablar de lo que es el apoyo y con una visión anatómico funcional, vimos qué sucede en la respiración del cantante. A continuación, vimos individualmente las tensiones que se pueden ocasionar al cantar: tensiones en hombros, en lumbares y en cervicales. La importancia de tener un buen transverso abdominal tónico y que sepa relajarse en la inspiración.
- Por la tarde, dejamos paso a los violinistas. Con los que además, de mirar la posición y el movimiento de los hombros, observamos la tensión en mandíbula. El hecho de apretar mucho el violín contra la mandíbula o de sujetarlo muy fuerte con la cabeza, puede provocar desviaciones en la mandíbula, ya sea en reposo como en acción. Además, vimos cómo podíamos entrenar los dedos para mejorar su velocidad sin cargar de más el antebrazo.
- Empezamos por los pianistas, en los que además de ver cómo movían sus brazos y cómo estaban sentados, vimos cómo adaptaban el trabajo de la mano en el desplazamiento por el piano. Así corregimos movimientos irregulares de la muñeca y del antebrazo, y creamos una pauta de ejercicios para tomar conciencia sobre ello. También hablamos de la intención y de la respiración a la hora de tocar. Si bien, la música es expresividad, debemos trabajar el cuerpo para dejar fluir las emociones (sobretodo las menos positivas) para transmitir eso al público; para ello, es imprescindible, tomar conciencia del propio cuerpo, respiración, etc.
Fue un intenso fin de semana, dónde con buen humor y harmonía tocamos temas muy interesantes y no siempre presentes en los músicos, para preservar su salud.
Para prueba, un selfie colectivo con los que terminamos el domingo a última hora.
Con todo esto, decir que ha sido una fantástica experiencia para mí y que ya estoy trabajando en mejorarlo para seguir haciendo más cursos como éste.
¡Salud y música!